Dinotec diseña y suministra plantas de tratamiento de aguas, con una gran variedad de tecnologías con los métodos avanzados de filtración tales como osmosis inversa, ultrafiltración, arenas, zeolita y sistemas de intercambio iónico, para lograr la calidad adecuada en el agua de aporte industrial, o bien de consumo humano.

Aguas potables

Se denominan aguas potables a las que son aptas para el consumo humano y, por tanto, cumplen con las normas de calidad vigentes. La potabilización del agua es la el proceso mediante el cual el agua es tratada para que pueda ser consumida sin que presente ningún riesgo para la salud. Este tratamiento consiste en eliminar diversos componentes, tales como, metales pesados, sólidos en suspensión de distinta naturaleza, bacterias y virus que pueden estar presentes en el agua.

El proceso de potabilización del agua está relacionado directamente con las condiciones químicas y físicas del agua que se quiera potabilizar, y si los parámetros químicos del agua a potabilizar cumplen de los límites legales recogidos.

Sí está dentro de los limites el tratamiento suele consistir en un proceso de separación de componentes físicos del agua (sólidos y coloidales), seguido de una precipitación, filtración y desinfección, si el agua a potabilizar se encuentra dentro de los límites legales recogidos. En cambio, si está fuera de lo que marca la normativa se debe realizar un tratamiento posterior al descrito anteriormente. Normalmente con sistemas de ósmosis inversa.

Si el agua a potabilizar presenta sus parámetros químicos fuera de lo que marca la normativa vigente, tenemos que realizar un tratamiento posterior al descrito anteriormente. Suele ser más complicado y costoso, teniendo que recurrir normalmente a sistemas de ósmosis inversa, como por ejemplo suele ocurrir con ciertas aguas de pozos subterráneos, el agua de mar e incluso a veces con el agua de ciertos embalses o pantanos.

Aguas de aporte

Son las aguas que son necesarias para llevar a cabo el proceso productivo, la calidad de las aguas variará en función de la actividad industrial, al tiempo que se hace un uso más o menos extendido del agua.