En el tratamiento terciario se efectúan los procesos de depuración avanzados para reducir la carga de contaminante, solidos en suspensión y turbidez, así como los microorganismos patógenos (virus y bacterias) que aseguren la calidad sanitaria del agua.

La elección de los tratamientos terciarios depende fundamentalmente varios factores, en primer lugar, de líneas de tratamiento primario y secundario existente y, en segundo lugar, de la calidad requerida del agua regenerada, a fin de adaptarse a las calidades mínimas exigidas para su uso en la legislación vigente.

Filtración física

Consiste en una separación física donde no existe transferencia de materia, sino que lo que se da es una separación entre distintos estados de agregación.

Es una operación unitaria donde se consigue la separación de los sólidos que se encuentran suspendidos en un medio líquido haciendo pasar la suspensión a través de un medio filtrante, el cual va a retener las partículas sólidas, y el fluido queda libre de las mismas. El medio filtrante es siempre un soporte o un lecho, dependiendo del tipo del medio filtrante se le denomina de una manera u otra, filtración sobre soporte o filtración sobre lecho.

El tamaño del poro del medio está directamente relacionado con el tipo y las dimensiones de las partículas que se pueden separar. La filtración nos permite eliminar solidos orgánicos e inorgánicos, de tamaño variable según la porosidad del medio y por efecto de las fuerzas eléctricas. En función de la industria, de la característica del agua y del uso posterior del agua tratada, varía la tecnología de filtración a aplicar.

La tipología de membrana utilizada en la planta de tratamiento, depende del tamaño de partícula o iones que deban ser eliminados.

El rango de membrana a utilizar dependiendo de cada tamaño.

- Microfiltración: La microfiltración está diseñada para dar respuesta a una serie de necesidades muy particulares del mercado Industrial. Los sistemas proporcionan una filtración de 0,1 µm – 10 µm, permitiendo la eliminación de sólidos en suspensión, partículas finas

- Ultrafiltración: Es un proceso de filtración de membrana que eliminan contaminantes para producir agua de alta pureza con una baja densidad de sedimentos. Es un proceso de ultrafiltración tiene lugar dentro de un rango de porosidad comprendido entre 0,001 µm y 0,1 µm. Este proceso se utiliza para la eliminación selectiva de materia en suspensión, partículas, macromoléculas de gran tamaño, materia coloidal o microorganismos, pero que no elimina iones o materia disuelta como ocurre con la ósmosis inversa.

-Nanofiltración: La nanofiltración es un proceso de filtración por membranas que suele utilizarse en aguas de bajos sólidos disueltos totales. Se trata de un sistema que se encuentra entre la ósmosis inversa y la ultrafiltración por los niveles de separación que permite y por las presiones de aplicación que necesita tiene lugar en un rango de porosidad comprendido entre 0,01 µm – 0,001 µm. El principal objetivo de la nanofiltración es la concentración de moléculas con un peso específico mayor a los iones como cloruros o sodio como es la materia orgánica o iones polivalentes, permitiendo la eliminación de TOC, nitratos, herbicidas, durezas, hierro, etc. del permeado.

Ósmosis inversa

Es una tecnología que se utiliza para la purificación de agua, es decir eliminar la salinidad del agua, utilizando una membrana semipermeable para remover minerales y eliminar iones del agua, con el objetivo de eliminar las partículas más grandes del agua potable.

La ósmosis inversa funciona aplicando presión al agua para empujarla a través de una membrana de ósmosis semipermeable para filtrarla, permitiendo que gases disueltos y moléculas sin carga electroestática de bajo peso molecular pasen a través de ella por difusión. La configuración de las membranas varía en función de la naturaleza del agua a tratar.

Este sistema es el más adecuado para la producción de agua ultra pura con un bajo contenido en sales, libre de patógenos y de contaminantes químicos y con un bajo contenido en sales garantizando la obtención de un agua de gran calidad para el consumo humano y de baja mineralización con sabor neutro. Debido al proceso de filtrado de varias fases, esta agua de calidad permite la retención de contaminantes disueltos y no disueltos.

Las aplicaciones más habituales son:

- Desalación de aguas. La osmosis inversa es la técnica de desalación más sostenible, avanzada y utilizada, capaz de mejorar la calidad del agua y disminuir el impacto sobre el entorno. Esta desalación depende de la cantidad de CE, si es agua de mar o aguas salobres.

- Producción de agua pura.

- Tratamientos de vertidos salinos en los que se pretende eliminar la conductividad.

Desinfección

Es la etapa de tratamiento encargada de la desactivación o destrucción de los organismos patógenos.

Para la correcta desinfección del agua sea efectiva, el agua residual que viene de procesos o etapas anteriores debe estar adecuadamente tratada. Los organismos potencialmente problemáticos a eliminar del agua residual son las bacterias entéricas, los virus y los quistes de protozoarios, entre otros.

Cabe destacar que en diversas ocasiones es necesario aplicar un tratamiento específico de desinfección para garantizar una protección sanitaria adecuada.

La desinfección se logra mediante desinfectantes químicos y/o físicos, los métodos más habituales de desinfección son:

- Ozono

- Luz Ultravioleta. Se realiza dentro de un equipo para maximizar la interacción entre el agua y la luz.

- Métodos químicos. Mediante el uso de un desinfectante químico, que deben tener un efecto residual, es decir mantenerse como agentes activos en el agua tras la desinfección para prevenir la Recontaminación del agua en los sistemas de distribución.

La dosis depende del tipo de desinfectante que se utilice, la selección de este dependerá de las condiciones del agua, así como de los microorganismos que se buscan eliminar.